Aprender a respetar las diferencias. 

01.03.2020

Nueva perspectiva de la Organización Mundial de la Salud frente a la transexualidad

El género se refiere a los conceptos sociales de las funciones, comportamientos, actividades y atributos que cada sociedad considera apropiados para los hombres y las mujeres.

Las diferentes funciones y comportamientos pueden generar desigualdades de género, es decir, diferencias entre los hombres y las mujeres que favorecen sistemáticamente a uno de los dos grupos.
A su vez, esas desigualdades pueden crear desigualdades enes y las mujeres con respecto tanto a su estado de salud como a su acceso a la atención sanitaria. (OMS)

Los roles de género son construcciones sociales que conforman los comportamientos, las actividades, las expectativas y las oportunidades que se consideran apropiados en un determinado contexto sociocultural para todas las personas. Además, el género hace referencia a las relaciones entre las personas y a la distribución del poder en esas relaciones.

El género guarda relación con las categorías del sexo biológico (hombre y mujer), no se corresponde forzosamente con ellas.

Es un factor que crea inequidades sanitarias por sí solo y que puede agravar las que son producto de la situación socioeconómica, la edad, la etnia, la discapacidad, la orientación sexual, etc.

Además, influye en el empleo, las condiciones de trabajo y las trayectorias profesionales de los trabajadores del sector sociosanitario.

En el año 2018 La Organización Mundial de la Salud ha publicado la nueva clasificación de las enfermedades, retira el término incongruencia de género de la clasificación de las enfermedades mentales, y lo deja dentro del capítulo de las disfunciones sexuales denominándolo transexualidad

Es decir, pierde la categoría de trastorno psicológico para quedarse en una cuestión física: la falta de adecuación del cuerpo al género que siente la persona.

La decisión de la OMS es clave para intentar la normalización de la vida de estas personas, igual que fue la despatologización de la homosexualidad en 1990. Con esta decisión se evita dar justificaciones a quienes intentan curar o tratar la transexualidad, lo que supone una agresión para las personas de esta condición y es causa de discriminación y violencia.

La despatologización de la transexualidad, por ejemplo, ayuda a agilizar el proceso de acomodo a su género real de las personas transexuales.

DISFORIA DE GENERO

La persona se considera no perteneciente al sexo que su organismo detenta sino al otro, y desea ser tratado como tal.

Por ejemplo, si su cuerpo es masculino, si tiene genitales masculinos, la persona considera ser mujer y desea ser tratado como mujer. Simbólicamente se ha manifestado esta idea con la frase: "soy una mujer encerrada en un cuerpo de hombre".

Lo mismo sucede si teniendo genitales femeninos la persona no los acepta y considera que es un hombre. Es importante entender que estas personas no son un psicóticos pues saben cuáles son sus genitales y reconocen sus características físicas reales, no obstante, lo cual no las aceptan, las "padecen", quisieran no tenerlas (disforia de género) y desean ser tratados como pertenecientes al otro sexo.

Si la persona finalmente se realiza intervenciones quirúrgicas para modificar su aspecto, incluyendo sus genitales, lo denominamos transexual.

Es importante comprender que estamos hablando de una condición psicológica independiente de lo físico. Esto puede darse independientemente de cualquier anomalía física como las que pueden ocurrir a diversos niveles, como, por ejemplo:

  • Genético: Cromosoma sexual "XXY" o "0X".
  • Problemas hormonales que produzcan inhibición de rasgos del sexo como, por ejemplo. Deficiente desarrollo de los genitales, rasgos femeninos en los hombres o rasgos masculinos en las mujeres, etc.

Tampoco esto debe confundirse con amaneramientos en la conducta de los hombres o masculinización en la conducta de las mujeres y tampoco debe confundirse con la homosexualidad, donde el deseo está dirigido hacia personas del mismo sexo, pero la identidad sexual no se ha perturbado.

Evidentemente, cuando la persona con genitales masculinos considera ser mujer, su deseo sexual es hacia los hombres, por lo que se define a sí misma como heterosexual, aunque desde lo anatómico la relación se muestra entre dos hombres, por lo que se puede ver como homosexual.

Sin embargo, es importante diferenciar la identidad de la homosexualidad, teniendo en cuenta que esta última no implica la primera.

Aquí también es importante no confundir ninguno de estos temas con alguna parafilia, como el placer sexual experimentado por los hombres al usar ropas de mujer, que se denomina fetichismo (fetichismo travestista), ni con fantasías sexuales jugadas para estimular la excitación pero que no implican cambios en la identidad.

"Respetemos a las personas por lo que son, por lo que sienten y por lo que piensan"

Dr. José Luis González Salazar

· Organizacion Mundial de la Salud

· CATREC (Centro Argentino de Terapia Cognitiva y Racional Emotiva conductual)